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HISTORIA DEL ABANICO A LO LARGO DE LOS SIGLOS

De Japón a España pasando por Francia

EL LENGUAJE DEL AFICIONADO "ABANICO

El abanico era un instrumento eficaz para coquetear cuando estaba prohibido en público.
Cuando las damas iban acompañadas de sus madres o de un escolta que velaba por su buen comportamiento, el abanico era un medio de comunicación con los caballeros.
Esto explica por qué, en tiempos de Luis XV, rey de Francia, la etiqueta prohibía a las damas de la corte abrir los abanicos en presencia de la Reina.
Hasta 1939, en la Corte inglesa, el abanico era obligatorio para las damas en las recepciones y ceremonias oficiales.
En España, este particular lenguaje se convirtió en el mejor aliado de las españolas para ligar a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Hoy parece que esta tradición ha desaparecido, pero nunca se sabe.

Estas son las reglas que hay que conocer para comunicarse con los abanicos.

Cerrar el abanico y tocar el ojo derecho: "¿Cuándo te veré?"
Haz movimientos amenazadores con el abanico cerrado: "No seas tan imprudente"
Tápate la oreja izquierda con el abanico abierto: "No reveles nuestros secretos"
Tocar la parte superior del abanico con el dedo: "Quiero hablar contigo"
Abrir y cerrar el abanico repetidamente: "Eres cruel"
Abrir el abanico completamente: "Espérame"
Colocar el abanico detrás de la cabeza: "No me olvides"
Colocar el abanico detrás de la cabeza con el dedo extendido: "Adiós"
Colocar el abanico delante de la cara con la mano derecha: "Sígueme"
DeColocar el abanico delante de la frente, "Has cambiado"
Coger el abanico con la mano izquierda: "Nos vemos"
Accionar el abanico con la mano derecha: "Amo a otro"
Coger el abanico abierto con la mano derecha: "Eres demasiado serio"
Mueve el abanico en sus manos: "Te odio"
Mueve el abanico alrededor de su mejilla: "Te quiero"
Colocar el abanico cerca del corazón: "Te has ganado mi amor"
Un movimiento rápido del abanico "Te quiero con locura"
Un movimiento lento "Soy una mujer casada y no me importase y no me importas"
Cerrándolo lentamente "sí"
Cerrándolo rápidamente "no"
Dejando caer el abanico "Te pertenezco"

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