No se trata de fabricar jabón casero (una receta compleja que utiliza productos corrosivos), sino de utilizar bases de glicerina fáciles de usar, fundiéndolas y vertiendo después la preparación calentada en un molde. Estas bases se denominan "Melt and Pour".
a esta base se le pueden añadir diversos complementos: colorantes, perfumes, elementos naturales o incluso comestibles para conseguir efectos cosméticos.
Paracolorear los jabones caseros, utilizamos bien un colorante (en barra o líquido, compruebe siempre bien la composición si desea jabones naturales y sin productos químicos), bien un colorante alimentario: especias en polvo (cúrcuma, canela, pimentón e incluso ¡chocolate!), arcilla...
Paraperfumar nuestros jabones, podemos utilizar unas gotas de aceites esenciales (cuidado con los niños) o sustituir el agua (cuando sea necesario) por una infusión de hojas perfumadas (lima, menta...).
Parauso cosmético, se pueden obtener jabones exfoliantes añadiendo hojas secas machacadas, polvo de almendras...
Se pueden añadir aceites vegetales (oliva, karité) para conseguir un efecto hidratante: pero cuidado con las cantidades, para que el jabón salga bien hay que dosificarlo con precisión (puede ser necesario utilizar una balanza pequeña) y hacer varias pruebas antes de obtener nuestra receta personal de jabón casero.