Una vez listos los banderines (tanto si los has cortado tú mismo como si los has encargado), ensártalos en un cordel de 2 a 3 mm de grosor a intervalos regulares.
Si utilizas un cordel pequeño y resbaladizo, haz un nudo antes y después de cada banderín para que su separación permanezca fija.
En cada extremo, deja el doble de espacio entre los banderines y haz un lazo.
La guirnalda está lista para ser decorada.
¡Consejo! Una guirnalda de banderines puede colocarse "plana" sobre la cama, por ejemplo, pero es aún más bonita colocada en ángulo, cada extremo en una pared, ya que así se crean efectos de sombra cuando la habitación está iluminada.