Mis pendientes son damiselas que siempre van de dos en dos, a menudo idénticas, a veces espejadas y otras asimétricas.
Estas damiselas están hechas de madera, cuero reciclado o latón natural, y siempre se inspiran en las formas de la naturaleza, desde el macrocosmos (las estrellas) hasta el microcosmos (insectos y plantas).
Crear joyas en madera es un auténtico placer, porque se pueden imaginar infinitas formas y cortarlas con tolerancias extremadamente finas mediante corte por láser:
la tecnología al servicio de la creación artesanal.