Ver y mirar
Un transeúnte ve un paisaje, o una escena.
Un artista mira y ve más allá de la simple visión.
De este ejercicio nace el deseo de pintar.
Así que mira, mira y encontrarás un tema que te dará el impulso irresistible de interpretarlo.
Composición
Prepara un trozo de cartulina bastante rígido, de unos 20 cm de largo y 15 cm de ancho.
Haz una ventana de 13 cm por 11 cm.
sujeta la cartulina con la mano delante de ti, entre tu ojo director y el sujeto que hayas elegido. Aléjala de ti, o acércala a ti, hasta que tu sujeto quede "encuadrado", exactamente igual que harías con una cámara. Ya tienes el motivo tal y como se representará en el lienzo.
no te precipites sobre el lienzo. Presta atención a tu instinto, a tu sensibilidad. ¿Qué te ha hecho elegir este tema? ¿Qué surge de él, cómo lo ves? ¿Ves ciertos colores o formas que te inspiran?
observa el mismo tema tratado por diferentes pintores. Cézanne y Van Gogh. El tema es el mismo, ambos son impresionistas. Las interpretaciones no son menos diferentes.
volvamos a tu pintura.
el tema que le atrae es también su enemigo. Por muy bello que sea, corre el riesgo de traicionarte y tu trabajo podría convertir el resultado en una postal.
La geometría es la base de todo. Es la composición del cuadro. No importa si no es un reflejo exacto de la realidad.
El tema te atrae, el temperamento del pintor debe matar al tema.
es la personalidad, la sensibilidad del pintor lo que le permitirá jugar con los colores o los grises, y liberar la obra del tema.
Usted lo ve tal y como es en su mente; sólo le queda reproducirlo tal y como lo soñó.
André MALREAU ha dicho que a muchas personas no les gusta pintar, pero son sensibles al tema que les conmueve, caballos, barcos, gatos en cestas, etc.
El lienzo en blanco
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El fondo
hay dos posibilidades:<br /
- Se empieza sobre un lienzo blanco, por lo tanto sobre un fondo blanco,
- Empezar sobre un fondo ya preparado.
para el fondo, ya conoces el tono de tu lienzo. Usted sabe si va a pintar en tonos fríos, azules y verdes, o en tonos cálidos, ocres, naranjas, rojos y marrones.
por lo tanto, puedes pintar el lienzo total o parcialmente en los tonos básicos que mejor se adapten al ambiente de tu cuadro.
Dibujo
utilizando carboncillo sobre un lienzo blanco o un pincel, dibuja los contornos y el relieve del motivo en negro o azul de Prusia.
No entres en demasiados detalles, sólo estás esbozando.
Pintar
Primero, prepara tu paleta.
coloca algunos de los colores primarios que vayas a necesitar, sin olvidar el blanco y el negro.
Prepara los tonos que pronto estarán en el lienzo.
Ya puedes empezar a pintar.
no lo olvides: pasas más tiempo con los ojos clavados en el motivo que en la pintura.<br>
Mira, mira tu motivo.<br>
De vez en cuando, mira tu paleta. Asegúrate de que no es más bella que el cuadro.
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