Para decorar la corona, primero se enrolla una guirnalda de hiedra verde, después una guirnalda de hojas de abeto y, por último, 2 guirnaldas clásicas con efecto reflectante (o trozos de guirnalda que se han quedado demasiado cortos para utilizarlos en el árbol).
Otros adornos, recogidos aquí y allá, añaden volumen y personalidad a esta corona, por ejemplo: duendes de tela (u otros colgadores para el árbol de Navidad, como nuestros colgadores de fieltro o colgadores de cuentas), un colgador de campana, un gran lazo de rafia y piñas pintadas rápidamente con spray dorado.